Cuando el material se convierte en portador del tiempo de precipitación, la obra en sí es un proceso de lento crecimiento más que el resultado. Después de procesar los materiales y superponerlos entre sí, la textura y las vetas se forman accidentalmente, creando un rico efecto visual.
En el proceso de producción in situ, el tiempo es una consideración importante, que determina el aspecto de la obra presentada: el momento de la inspiración suele determinar si la tela permanecerá o no. Si la montaña y el agua tienen una existencia genuina, la participación del tiempo es ilusoria. Entre la realidad y la ilusión está la obsesión del ser humano por la vida.
Cuando los espectadores se giran de vez en cuando y miran hacia atrás, pueden sentir la sencillez de los materiales naturales, el encanto tranquilo y profundo. La ética del respeto a la naturaleza y el aprecio por las cosas de la cultura tradicional china se percibe en las capas de agua y montaña. La mezcla de la montaña y el agua, el entrelazamiento de la mano y la obra de arte, y la colisión del corazón y el material muestran la armonía de la naturaleza y el hombre. Esta síntesis contiene el profundo pensamiento filosófico de los antiguos chinos y proporciona a los modernos reflexión e iluminación.
When the material becomes a carrier of precipitation time, the work itself is a process of slow growth rather than the result. After the materials are processed and overlapped with each other, the texture and veins are formed accidentally, creating a rich visual effect.
In the process of on-site production, time is an important consideration, which determines the appearance of the work presented - the moment of inspiration often determines whether the cloth will stay or not. If the mountain and the water are genuine in existence, then the participation of time is illusory. Between reality and illusion is human's obsession with life.
When the viewers occasionally turn around and look back, they can feel the simplicity of natural materials, the quiet and profound charm. The ethics of respecting nature and cherishing things in the traditional Chinese culture can be sensed in the layers of water and mountain. The blend of mountain and water, the interweaving of hand and artwork, and the collision of heart and material show the harmony of nature and man. This synthesis contains the profound philosophical thought of ancient Chinese people and gives modern people reflection and enlightenment.